Recientemente ha vuelto a haber revuelo en Estados Unidos: en un discurso en Corea, Trump le puso un apodo al presidente de la Reserva Federal, llamándole "Jerome 'Demasiado Tarde' Powell". Los líderes empresariales presentes en la cumbre de la APEC no pudieron evitar soltar una carcajada.

El núcleo de esta cuestión es, en realidad, la discrepancia sobre el ritmo de recortes de los tipos de interés. Trump está claramente insatisfecho con la velocidad de actuación de la Reserva Federal; considera que no deberían resistirse a bajar los tipos solo por miedo a un posible repunte de la inflación en los próximos tres años. Lo curioso es que, al decir esto, parece admitir implícitamente que la inflación podría volver a subir.

Aún más llamativa fue su previsión económica: para el primer trimestre de 2026, Trump predijo que el PIB de EE. UU. podría crecer un 4%. Hay que tener en cuenta que las previsiones medias de los economistas encuestados por Reuters son mucho menos optimistas. El problema es que los economistas creen, en general, que una nueva ronda de aranceles a las importaciones lastraría el crecimiento, lo que choca de lleno con la visión de Trump.

Tras sus declaraciones del jueves, la brecha entre la Casa Blanca y la Reserva Federal se ha ampliado visiblemente. Trump insistió en que la Reserva Federal está actuando demasiado lento, y llegó a comparar su actitud con la del Banco Central Europeo, afirmando que esa indecisión está minando la confianza del mercado.

Para el mercado cripto, esta batalla de políticas es relevante: si aumentan las expectativas de recorte de tipos, los activos de riesgo suelen beneficiarse; pero si la política arancelaria provoca una ralentización económica, la historia podría ser muy diferente.