Trump ha lanzado otra bomba. Esta vez ha dicho: "Creo que en un futuro no muy lejano, no tendrás que pagar impuesto sobre la renta en absoluto". Suena a promesa electoral, pero si lo piensas bien—esta frase apunta directamente a los cimientos de todo el sistema fiscal.

Voy a traducir el subtexto de esta afirmación: el impuesto sobre la renta es la fuente de ingresos más importante para los gobiernos modernos. Si esta base realmente se tambalea, o bien se activará la impresora de dinero para tapar el agujero, o bien habrá que reconstruir por completo la lógica de recaudación. Sea cual sea el camino, la credibilidad del dinero fiduciario sufrirá grietas. Y cuando aparecen grietas, el capital busca instintivamente una salida.

**¿Y esto qué tiene que ver con Bitcoin? Muchísimo.**

Primero, Bitcoin está diseñado precisamente para sortear la regulación financiera tradicional. Transacciones en cadena, circulación transfronteriza, patrimonio relativamente oculto—todas estas características se amplifican exponencialmente bajo la hipótesis de un "debilitamiento fiscal". Cuando un candidato a líder de un país empieza a hablar de "eliminar el impuesto sobre la renta", en realidad está abriendo el horizonte para los activos no soberanos.

En segundo lugar, está el tema de la credibilidad. La recaudación de impuestos no es solo recaudar dinero; detrás está la relación de "poder coercitivo del Estado + circulación de la moneda fiduciaria". Tienes que pagar impuestos en moneda fiduciaria, así que tienes que tener moneda fiduciaria. Si se debilita esta lógica, la motivación para poseer moneda fiduciaria se reduce drásticamente. El capital, como el agua, fluirá hacia activos más resistentes a la censura y más difíciles de diluir.

El tercer punto es aún más clave: la actualización del relato. Hasta ahora, Bitcoin se veía como "oro digital" o "herramienta de cobertura contra la inflación". Pero si el sistema fiscal realmente sufre un cambio estructural, el papel de Bitcoin podría saltar de "activo refugio" a "moneda base de la era post-soberana". No es una mejora técnica, sino una revolución a nivel de percepción. Mucho más profunda que cualquier aprobación de ETF o ciclo de halving.

**Pero calma, hay que relativizar las palabras de los políticos.**

Declaraciones tan extremas probablemente sean solo herramientas para captar votos, y la probabilidad de que se hagan realidad es prácticamente nula. A corto plazo, la reacción del mercado tampoco tiene por qué ser alcista—una señal como "el gobierno pierde el control fiscal" podría desatar primero ventas de pánico, afectando a todos los activos de riesgo.

Así que no te dejes llevar por rumores. Mantén tu posición al contado, no uses apalancamiento y mantente lúcido. No estás apostando por la volatilidad de la próxima semana, sino por la migración lenta de la percepción del sistema monetario en la próxima década.

Cuando los centros de poder empiezan a hablar públicamente de la posibilidad de "eliminar los impuestos", en realidad están discutiendo la velocidad de desintegración del viejo orden. Y en ese proceso, quienes ya hayan apostado por activos no soberanos pueden estar en la puerta de entrada de la siguiente era.

¿Vas a quedarte en el viejo sistema siguiendo el procedimiento habitual, o ya te has reservado discretamente una vía de escape?