Estoy a punto de cumplir 31… y por primera vez, empiezo a sentir mi edad.
No de manera dramática, solo las pequeñas cosas. - La recuperación más lenta después de una semana larga - La fatiga aleatoria que antes nunca aparecía - La realización de que la salud ya no es opcional, es la base para todo lo demás.
Pero aquí está el giro: envejecer no es una maldición, es la primera vez en mi vida que realmente puedo ver la sabiduría detrás de mis decisiones. He cometido suficientes errores para saber qué importa y he acumulado suficiente experiencia para dejar de perder tiempo en cosas que no lo hacen.
¿Y la mejor parte? A los 31, eres lo suficientemente mayor para entender el juego… pero todavía lo suficientemente joven para jugarlo a toda velocidad. Tienes tiempo... tiempo real, si lo usas bien. Tiempo para construir el cuerpo que quieres, tiempo para construir la vida que deseas, tiempo para convertir la experiencia en apalancamiento mientras todos los demás se quejan de envejecer.
La edad solo se siente pesada cuando no avanzas. Pero cuando avanzas? 31 se siente como el comienzo.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Estoy a punto de cumplir 31… y por primera vez, empiezo a sentir mi edad.
No de manera dramática, solo las pequeñas cosas.
- La recuperación más lenta después de una semana larga
- La fatiga aleatoria que antes nunca aparecía
- La realización de que la salud ya no es opcional, es la base para todo lo demás.
Pero aquí está el giro: envejecer no es una maldición, es la primera vez en mi vida que realmente puedo ver la sabiduría detrás de mis decisiones. He cometido suficientes errores para saber qué importa y he acumulado suficiente experiencia para dejar de perder tiempo en cosas que no lo hacen.
¿Y la mejor parte? A los 31, eres lo suficientemente mayor para entender el juego… pero todavía lo suficientemente joven para jugarlo a toda velocidad. Tienes tiempo... tiempo real, si lo usas bien. Tiempo para construir el cuerpo que quieres, tiempo para construir la vida que deseas, tiempo para convertir la experiencia en apalancamiento mientras todos los demás se quejan de envejecer.
La edad solo se siente pesada cuando no avanzas. Pero cuando avanzas? 31 se siente como el comienzo.