Viaje a la Luna: reflexiones de un astronauta aficionado

¿Alguna vez te has preguntado cuánto tiempo llevaría llegar a esa esfera plateada en el cielo? A menudo miro la Luna por las noches y sueño... ¡Pero es una pregunta jodidamente complicada!

La distancia entre nosotros y este bloque de piedra es de aproximadamente 384 400 km. Y esto es lo que diré: el tiempo de vuelo varía de manera loca: desde unas 8 horas hasta malditos 4,5 meses! Todo depende de un montón de factores que estos ingenieros inteligentes deben tener en cuenta.

El récord de velocidad lo estableció la sonda "Nuevo Horizonte", que llegó a la Luna en 8 horas y 35 minutos después del lanzamiento. Pero su objetivo principal era Plutón, la Luna era simplemente un paso. Cuando se trata de un vuelo intencional, todo es mucho más complicado.

El aparato soviético "Luna-1" en 1959 tardó 34 horas en llegar a su objetivo. Aunque, para ser honesto, se equivocaron – en lugar de un choque planeado con la superficie, pasaron de largo a 6 mil kilómetros! Ahora este trozo de chatarra está perdiéndose para siempre en el espacio.

¿Recuerdan el famoso "Apolo 11"? A Armstrong y su equipo les tomó casi 110 horas desde el lanzamiento hasta el histórico paso. ¿No se puede hacer más rápido? Se puede, ¡pero todo depende del combustible!

Paradoja divertida: cuanto menos combustible se utiliza, más tiempo se tarda en volar. ¡Pero es más barato! Los israelíes, por ejemplo, con su "Beresheet" ahorraron como pudieron: ¡volaron durante 48 días hacia la Luna! ¿Y qué? Al final se estrellaron contra su superficie, ¡perdiendo la conexión! Al menos, llevaron a la Luna miles de tardígrados, pequeñas criaturas capaces de sobrevivir en condiciones extremas. ¿Se imaginan si esas criaturas se reproducen allí?

El camino más largo hacia la Luna lo realizó el pequeño CAPSTONE de NASA: ¡el satélite de 25 kilogramos necesitó nada menos que 4,5 meses! Giró alrededor de la Tierra como un borracho, acelerando, antes de finalmente alcanzar la órbita lunar.

El lanzamiento de cualquier misión es un dolor de cabeza por separado. ¡El 60-90% del peso del cohete al despegar es simplemente combustible! Luego, hay que calcular la trayectoria óptima para ahorrar combustible precioso. Y eso sin mencionar el tamaño de la nave, el número de tripulantes y otras tonterías.

Así que cuando miro a la Luna, ya no pienso "qué tan cerca". Pienso "¡qué camino tan complicado es este"! Y aun así, un día sueño con estar allí...