El número más importante en las finanzas globales en la actualidad es el rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años, que se sitúa en el 1,71%, el más alto desde 2008. Este desarrollo marca el final de un período que duró décadas, durante el cual Japón mantuvo las tasas de interés cerca del 0% y exportó una enorme liquidez al mundo. Durante 30 años, las instituciones financieras japonesas han bombeado miles de millones de USD en bonos de EE. UU., Europa y mercados emergentes, ayudando silenciosamente a que los costos de los préstamos sean bajos, a valorar los activos en niveles altos y a que los gobiernos de los países financien su deuda fácilmente.
Ahora esa tendencia está cambiando. El aumento de los rendimientos, el gasto de estímulo récord y el alto nivel de deuda pública hacen que Japón no pueda mantener la política anterior. Cuando las tasas de interés aumentan, los fondos de pensiones y los inversores japoneses sufren pérdidas de cobertura y comienzan a retirar capital al país—se estima que más de 1 billón USD sale del mercado de deuda estadounidense.
Consecuencias muy grandes: los rendimientos de EE. UU. pueden aumentar drásticamente debido a la falta de puente, lo que lleva a un aumento en las tasas hipotecarias y los costos de refinanciación empresarial. Las empresas con alta deuda enfrentan riesgos. El cambio en el carry trade del yen podría causar una fuerte volatilidad en los mercados de valores, criptomonedas y mercados emergentes.
Si Japón continúa endureciendo, el mercado global podría tener que reevaluar significativamente.
Gráfico de rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años
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Los rendimientos de los bonos japoneses aumentan drásticamente: Se está formando silenciosamente una tormenta financiera.
El número más importante en las finanzas globales en la actualidad es el rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años, que se sitúa en el 1,71%, el más alto desde 2008. Este desarrollo marca el final de un período que duró décadas, durante el cual Japón mantuvo las tasas de interés cerca del 0% y exportó una enorme liquidez al mundo. Durante 30 años, las instituciones financieras japonesas han bombeado miles de millones de USD en bonos de EE. UU., Europa y mercados emergentes, ayudando silenciosamente a que los costos de los préstamos sean bajos, a valorar los activos en niveles altos y a que los gobiernos de los países financien su deuda fácilmente.
Ahora esa tendencia está cambiando. El aumento de los rendimientos, el gasto de estímulo récord y el alto nivel de deuda pública hacen que Japón no pueda mantener la política anterior. Cuando las tasas de interés aumentan, los fondos de pensiones y los inversores japoneses sufren pérdidas de cobertura y comienzan a retirar capital al país—se estima que más de 1 billón USD sale del mercado de deuda estadounidense.
Consecuencias muy grandes: los rendimientos de EE. UU. pueden aumentar drásticamente debido a la falta de puente, lo que lleva a un aumento en las tasas hipotecarias y los costos de refinanciación empresarial. Las empresas con alta deuda enfrentan riesgos. El cambio en el carry trade del yen podría causar una fuerte volatilidad en los mercados de valores, criptomonedas y mercados emergentes.
Si Japón continúa endureciendo, el mercado global podría tener que reevaluar significativamente.