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Nio, el fabricante chino de coches eléctricos, está en auge. Sus acciones se han disparado últimamente. ¿La razón? Nuevos modelos a precios sorprendentemente bajos.
En julio, lanzaron el SUV L90 de Onvo. Barato. 36,940 dólares con batería incluida. O menos de 25,000 si eliges su plan de batería como servicio. Una ganga, parece.
Agosto trajo otra sorpresa. El nuevo ES8, su buque insignia. 50,000 dólares. Un cuarto menos que antes, pero más grande y mejor equipado. Con el plan de batería, baja a 43,000. Impresionante.
Las ventas se dispararon. Agosto fue un mes récord: 31,305 vehículos entregados. Onvo se llevó más de la mitad. Nio, un tercio.
William Li, el jefe, dice que es cuestión de supervivencia. Precios agresivos para competir. Pero insiste: el ES8 sigue siendo rentable. Costos de producción más bajos, dice.
El futuro parece brillante para Nio. Esperan entregar aún más coches este trimestre. Un año récord, quizás. Equilibrar precios y beneficios no es fácil. Pero están creciendo. Veremos qué pasa. Estoy metiendo $250 en tres acciones esta semana. Busco libertad financiera, ¿sabes? Ingresos pasivos y eso.
Primero, Coca-Cola. Un gigante de las bebidas. Llevan décadas subiendo dividendos, más de 60 años seguidos. Increíble. Dan como un 3% ahora mismo. Parece que van a crecer bastante.
Luego, Camden Property Trust. Tienen un montón de apartamentos para alquilar. Miles. El dividendo ha ido para arriba últimamente. Ahora mismo da como un 3.8%. La gente siempre necesita donde vivir, así que debería ir bien.
Y por último, W.P. Carey. Tienen de todo un poco en propiedades. Han estado subiendo el dividendo cada tres meses. Dan un 5.4%, nada mal. Están comprando cosas nuevas, así que quizás crezcan más.
En fin, estas acciones pagan bien y puede que crezcan. Me acercan un poco más a no tener que trabajar. Bueno, eso espero. El Salvador sigue con su apuesta por Bitcoin, desafiando al FMI 🚀
El país centroamericano no da marcha atrás. A pesar del préstamo de $1.4 mil millones del FMI, El Salvador continúa comprando Bitcoin. Sorprendente, ¿no?
Nayib Bukele lo ha vuelto a hacer. 21 BTC más para celebrar. Unos $2.3 millones directo a las arcas del gobierno. Parece que van en serio.
Los números no mienten. 6,318 BTC en total. $676 millones al precio actual. La Oficina de Bitcoin lo confirma. 28 BTC esta semana, 51 en el último mes.
Pero ojo, el FMI no está de acuerdo. Dicen que firmaron para reducir el experimento. Meera Louis, del FMI, insiste: nada de compras nuevas.
El gobierno salvadoreño no se echa atrás. Las billeteras crecen 1 BTC al día. De dónde vienen esos depósitos? No está del todo claro.
Bukele no se achica. En marzo dijo que seguirían comprando. "Si no paramos antes, ¿por qué ahora?", parece ser su lógica.
¿Transparencia? ¿Cumplimiento del acuerdo? Preguntas en el aire. Mientras tanto, El Salvador sigue a lo suyo. Bitcoin y más Bitcoin. La comunidad cripto observa con interés. 🌕 La plata está en racha. Su precio toca los cielos, rozando los $48.50 por onza 🚀. Parece que la industria no puede vivir sin ella. Paneles solares, chips... la devoran.
El mercado hierve. El RSI está por las nubes, más de 70. Sobrecompra total. Pero los compradores no aflojan.
$47.80, ahí está el soporte. La EMA de 9 días lo marca. $50 es la barrera psicológica. Si cae, ¿$52 a la vista? 🌕
Aptos y otras tecnologías blockchain tienen hambre de plata. Componentes electrónicos, ya sabes. Y ni hablar de los paneles solares 🔥. Se la comen.
El oro tiene competencia. La plata brilla más para algunos inversores. Más barata, más potencial. Curiosamente, parece infravalorada frente al oro.
El dólar flaquea, los intereses bajos. Los metales preciosos se frotan las manos. Ojo, igual viene una corrección. El mercado está que arde. Bitcoin sigue dando que hablar en el mundo cripto. A 18 de octubre de 2025, su precio ronda los 107.271,10 dólares. Bajó un 1,25% en un día.
Hace poco tocó techo: 126.080 dólares el 7 de octubre. Desde entonces, algo de bajón. Pero oye, sigue por las nubes si lo comparas con antes.
Su valor de mercado es una barbaridad: 2,14 billones de dólares. Más de la mitad del pastel cripto. Se mueven unos 2.528 millones al día.
En el último año, Bitcoin se disparó un 58,59%. Impresionante. Pero el último mes no tan bien, cayó un 8,25%. Altibajos, vaya.
La gente no se pone de acuerdo. Mitad lo ven bien, mitad mal. Típico de las criptos, supongo.
Si te interesa Bitcoin, ojo con las noticias. Es un poco montaña rusa esto. Cuidado al invertir.
¿Qué pasará? Ni idea. Unos dicen que subirá más, otros que se viene el batacazo. En fin, las criptos son así. Cambian en un abrir y cerrar de ojos. El 18 de octubre de 2025, Starlink se apagó. Así, de repente. Miles de usuarios en EE. UU. y otros países se quedaron sin Internet.
Empezó sobre las 3 de la tarde, hora del este. La gente no podía navegar, ni ver videos, ni mandar mensajes. Nada. DownDetector se llenó de quejas.
Starlink, ya saben, los satélites de SpaceX. Esa red que lleva Internet a sitios remotos. Pues bien, se volvió loca.
La web de la empresa mostró un error. Luego se cayó. Antes decía algo de que estaban investigando.
Parece que afectó a grandes ciudades de EE. UU. También a Toronto y Montreal. Y en Europa, sobre todo en Ucrania. Raro, ¿no?
No se sabe bien hasta dónde llegó el problema. Hay reportes de África, Europa, Australia, Asia... Un lío.
Starlink no suele fallar así. Es como si los satélites se hubieran ido de fiesta. Ya nos contarán qué pasó. El mercado cripto está que arde. Ash Crypto lanzó sus predicciones para finales de 2025. Bitcoin a $150,000. Ethereum a $8,000. Locura total.
Parece que Bitcoin tocará fondo pronto. Entre $94,000 y $100,000. Luego, despegue en octubre. Para diciembre, a la luna. $150,000 o más.
Stockmoney también ve movimientos grandes. Último trimestre, dicen. Suele pasar.
¿Y las altcoins? Ya están despertando, al parecer. Ethereum va como cohete. Ha superado a Bitcoin últimamente. 110% vs 34%. Nada mal.
Bitcoin ahora mismo: $112,000. Subiendo. El mercado está que hierve. Se viene algo gordo, creo yo.
Pero quién sabe. Esto es crypto. Todo puede pasar. Emocionante, ¿no? ADA se desploma. Ahora cuesta $0.6315 🔻. Parece que la gente ya no está tan emocionada con Cardano.
Sí, siguen desarrollando cosas. Pero los traders quieren acción. Prefieren proyectos más rápidos y llamativos. Tokens que se vuelven virales, no documentos técnicos aburridos.
Cardano siempre ha sido metódico. Eso le da respeto, pero no emociona. Otras cadenas avanzan a toda velocidad. La cautela de Cardano ya no encaja. El precio de ADA lo refleja: estable, pero meh.
Mucha gente hace staking, pero el ecosistema no despega. Las dApps crecen despacio. Los desarrolladores se van a redes más ágiles. No es que Cardano haga algo mal, es que los demás hacen más ruido.
ADA parece estar esperando algo. Pero, ¿qué? Sin un catalizador, es difícil saberlo. En este mercado loco, Cardano se queda atrás. No porque haya fallado, sino por ir demasiado despacio 🐢.
Mientras, los nuevos proyectos atraen a los traders. Son rápidos y virales. Combinan memes con tecnología que funciona. Fáciles de usar, baratos, con recompensas instantáneas 🚀.
El factor social es clave. Campañas de referidos generan otro tipo de crecimiento. Cardano no tiene eso. Las preventas se agotan en segundos. Estos proyectos tienen potencial real 🔥.
ADA se estanca, pero los nuevos tokens despegan. Los traders no quieren esperar años. Compran, hacen staking y comparten ahora mismo. En este mercado, la narrativa mueve el dinero. Estos proyectos mezclan memes y utilidad. Y eso funciona 🌕.
Cardano aún tiene credibilidad a largo plazo. Pero ADA no se mueve, y el sentimiento tampoco. En este mercado frenético, no gana el más sólido, sino el que hace que la gente actúe. Por ahora, ese no es Cardano.