El secretario del Interior, Doug Burgum, acaba de lanzar una opinión polémica sobre por qué los costes energéticos siguen aumentando—y adelanto: no son tus rigs de minería ni los servidores de IA los que causan el problema.

Señaló que la gente en Nueva Inglaterra paga el triple de lo que pagan los habitantes de Dakota del Norte por la electricidad. ¿Su argumento? Los legisladores diseñaron un sistema de red defectuoso, y ahora los centros de datos están siendo culpados por fallos de infraestructura que existían mucho antes de que se minara el primer Bitcoin.

Esto señala un cambio en la forma en que Washington habla sobre la energía—separando por fin los verdaderos errores de política de los chivos expiatorios convenientes.