Hablemos de la sensación de una caída del 200%, primero siento que fui imprudente, ¿cómo se me ocurrió comprar? Segundo, estoy seguro de que se recuperará, no quiero que vuelva a caer. Tercero, ya sé que ha vuelto a caer. Ay ay ay, la próxima vez continuaré, ahora soy un ladrillero.