El ensayo examina el inesperado ascenso a la fama de Khasbik (Hasbulla Magomedov), un joven de Daguestán con una apariencia infantil. Critica su popularidad, atribuida a su persona única y su viral presencia en redes sociales, planteando preguntas sobre la manipulación del marketing y la fascinación de la sociedad por la eccentricidad. El autor expresa escepticismo sobre la sostenibilidad de la fama de Khasbik, viéndola como una tendencia efímera, mientras destaca las implicaciones más amplias para el entretenimiento moderno y la cultura de consumo.