La red Pi se compromete con la estandarización ISO 20022, lo que podría permitirle desafiar la posición de gigantes de Activos Cripto como Ripple (XRP) y Stellar (XLM). Después de noviembre de 2025, solo los paquetes que cumplan con el estándar ISO 20022 podrán ser transmitidos en la red SWIFT, lo que efectivamente excluirá protocolos incompatibles del proceso de pagos transfronterizos.
ISO 20022: el umbral de acceso a una nueva infraestructura de pagos en blockchain
(fuente:X)
El significado de ISO 20022 va mucho más allá de una simple actualización técnica. Este estándar de información financiera permite a las instituciones intercambiar datos estructurados con una riqueza de información sin precedentes. En comparación con el sistema SWIFT MT tradicional, ISO 20022 ofrece campos de datos más ricos, definiciones semánticas más claras y una mayor interoperabilidad. Actualmente, más de 11,000 instituciones financieras en todo el mundo han adoptado este estándar, y están eliminando gradualmente el sistema SWIFT MT tradicional, pasando a los nuevos estándares de mensajería.
La fecha límite de noviembre de 2025 es un punto de inflexión decisivo. A partir de entonces, solo los paquetes que cumplan con el estándar ISO 20022 podrán ser transmitidos en la red SWIFT, lo que efectivamente excluirá los protocolos incompatibles del proceso de pagos transfronterizos. Ripple y Stellar ya han alineado su infraestructura con este estándar, lo que les otorga una ventaja competitiva significativa en la integración con bancos tradicionales. RippleNet de Ripple ya ha manejado miles de millones de dólares en pagos transfronterizos a nivel institucional, y Stellar opera múltiples canales transfronterizos, ambos han demostrado su capacidad para cumplir con ISO 20022.
Para la red Pi, esta conformidad compensa el puente perdido entre su ecosistema descentralizado y la infraestructura financiera global. La falta de esta compatibilidad podría limitar el proyecto a transacciones punto a punto, lo que restringiría enormemente su potencial de adopción por parte de instituciones. La conformidad con ISO 20022 no solo es un requisito técnico, sino también un boleto de entrada al mercado financiero institucional. Si la red Pi no puede cumplir con los estándares antes de la fecha límite, será excluida de la red global de pagos transfronterizos, y su desafío a la visión de Ripple y Stellar se convertirá en un mero discurso.
El problema más profundo es que los requisitos de conformidad de ISO 20022 tienen estándares estrictos para la estructura de datos, los protocolos de mensajería y la interoperabilidad de sistemas. No se trata simplemente de agregar algunas interfaces API, sino que se necesita rediseñar muchos componentes desde la arquitectura base. Para un proyecto que aún se encuentra en la fase de transición de la red principal, esto representa un gran desafío técnico. Pi Network debe cumplir con los requisitos de conformidad del sistema financiero tradicional mientras mantiene sus características de descentralización, y encontrar este equilibrio es extremadamente difícil.
La propuesta de valor única de Pi Network y los desafíos reales
La propuesta de valor de Pi Network va mucho más allá de los pagos. El proyecto combina la computación descentralizada, las finanzas móviles y la inteligencia artificial en un ecosistema sin precedentes. Gracias a la enorme comunidad global que trae la minería móvil, Pi se diferencia de Ripple, que se centra en las transferencias entre bancos, y de Stellar, que se orienta hacia las finanzas inclusivas. Según informes, Pi Network ya ha acumulado más de 50 millones de usuarios registrados, un tamaño que supera con creces la base de usuarios de la mayoría de los proyectos de Activos Cripto.
Sin embargo, la cantidad de usuarios y la tasa de adopción real son dos conceptos completamente diferentes. El principal desafío que enfrenta Pi Network es cómo transformar la amplia aceptación de la comunidad en reconocimiento institucional. Ripple ya ha procesado miles de millones de dólares en transacciones, sirviendo a más de 300 instituciones financieras, y Stellar también ha establecido asociaciones con varios bancos y empresas de pagos. En comparación, Pi Network no ha demostrado hasta la fecha ningún caso de aplicación o asociación a nivel institucional.
Comparación de Pi Network con los dos gigantes
Base de usuarios: Pi Network cuenta con una gran base de usuarios minoristas, pero carece de clientes institucionales; Ripple y Stellar, por otro lado, tienen casos de uso reales en bancos y compañías de pagos.
Madurez técnica: Ripple y Stellar han estado en funcionamiento durante años y han sido probados en la práctica; Pi Network todavía se encuentra en la fase de transición de la mainnet, y la estabilidad técnica necesita ser verificada.
Cumplimiento de ISO 20022: Ripple y Stellar ya cumplieron; Pi Network está trabajando para ponerse al día, con solo unos meses restantes.
Liquidez y capitalización de mercado: Ripple tiene una capitalización de mercado de más de 100 mil millones de dólares, Stellar tiene una capitalización de mercado de varios miles de millones de dólares; el token Pi aún no se ha listado oficialmente en los intercambios tradicionales.
Pi debe demostrar su capacidad para manejar volúmenes de transacciones a nivel institucional sin comprometer su descentralización. El año 2025 será crucial para el Pi Network en términos de su capacidad para integrarse en el sistema financiero global, con la amplia adopción del estándar ISO 20022. Si no logra cumplir con los objetivos antes de la fecha límite, Pi perderá esta ventana histórica, y sus ambiciones de desafiar a Ripple y Stellar se verán seriamente afectadas.
Prueba dual de la economía de tokens y la infraestructura tecnológica
Finalmente, el éxito de Pi Network también depende de la solidez de su modelo económico de token y de la infraestructura técnica. La distribución amplia de tokens a través de la minería móvil ha generado preocupaciones sobre la estabilidad de precios y la liquidez de la red. A diferencia de Ripple y Stellar, Pi adopta un mecanismo de minería único que permite a los usuarios “minar” a través de una aplicación móvil. Aunque esta forma de participación de bajo umbral ha atraído a una gran cantidad de usuarios, también conlleva el riesgo de una dilución excesiva de los tokens.
Cuando decenas de millones de usuarios poseen tokens simultáneamente y desean convertirlos en efectivo, la capacidad de absorción del mercado enfrentará una gran prueba. La distribución de tokens de Ripple y Stellar es más centralizada y tiene mecanismos de bloqueo claros, mientras que la forma de distribución de tokens de Pi podría llevar a una gran presión de venta después de su salida al mercado. Este problema estructural en la economía de tokens podría seguir obstaculizando su adopción institucional incluso después de cumplir con los estándares de conformidad de ISO 20022.
En términos de infraestructura técnica, Pi Network necesita demostrar la fiabilidad y eficiencia de su mecanismo de consenso. El proyecto afirma haber adoptado un algoritmo de consenso basado en un gráfico de confianza, pero el rendimiento de este mecanismo en escenarios de aplicación a gran escala aún no ha sido completamente verificado. El libro mayor XRP de Ripple puede procesar 1500 transacciones por segundo, con un tiempo de liquidación de 3-5 segundos; el rendimiento de Stellar es similar. Pi Network debe demostrar que su red puede alcanzar o incluso superar estos estándares para establecerse en aplicaciones de nivel institucional.
Además, la seguridad es el problema que más preocupa a los clientes institucionales. Ripple y Stellar han estado en funcionamiento durante varios años, habiendo pasado por múltiples auditorías de seguridad y pruebas de ataques reales. Pi Network, como un proyecto relativamente joven, aún no ha sido probado por el tiempo en cuanto a su seguridad. Cualquier falla de seguridad importante o interrupción de la red podría dañar gravemente su reputación, haciendo que los clientes institucionales se lo piensen dos veces.
Para competir con los participantes existentes, Pi Network necesita lograr avances en varios aspectos: primero, debe completar el cumplimiento de ISO 20022 antes de noviembre de 2025, que es el requisito mínimo para ingresar al mercado institucional. En segundo lugar, se deben establecer al menos algunos casos de uso a nivel institucional convincentes que demuestren la viabilidad técnica. Tercero, es necesario abordar los problemas estructurales de la economía del token para garantizar la estabilidad del precio del token y una liquidez adecuada. Por último, se necesita establecer la confianza de los clientes institucionales a través de auditorías de seguridad rigurosas.
Punto de decisión 2025: la ventana de oportunidad se está cerrando
El 22 de noviembre de 2025 no solo es la fecha límite para la actualización técnica de la red SWIFT, sino también la última ventana de oportunidad para que Pi Network demuestre su valía. Si logra cumplir con ISO 20022, Pi obtendrá la posibilidad de competir en igualdad de condiciones con Ripple y Stellar. Sin embargo, la calificación no equivale a la victoria. Ripple ya ha establecido una extensa red bancaria y un modelo comercial maduro, mientras que Stellar tiene ventajas en el ámbito de las remesas transfronterizas y la inclusión financiera.
Las ventajas potenciales de Pi Network radican en su vasta base comunitaria y en su modelo de gobernanza descentralizada. Si estas ventajas pueden convertirse en aplicaciones comerciales reales, Pi podría encontrar su lugar en el ámbito de los pagos al consumidor y las transferencias de bajo valor. Sin embargo, desafiar el dominio de Ripple en el ámbito de los pagos transfronterizos a nivel institucional, o superar la disposición de Stellar en el ámbito de las finanzas inclusivas, sigue siendo un objetivo demasiado ambicioso para la actual Pi Network.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¡La red Pi desafía la posición de Ripple! ¿Podrá el plazo final de ISO 20022 cambiar las cosas?
La red Pi se compromete con la estandarización ISO 20022, lo que podría permitirle desafiar la posición de gigantes de Activos Cripto como Ripple (XRP) y Stellar (XLM). Después de noviembre de 2025, solo los paquetes que cumplan con el estándar ISO 20022 podrán ser transmitidos en la red SWIFT, lo que efectivamente excluirá protocolos incompatibles del proceso de pagos transfronterizos.
ISO 20022: el umbral de acceso a una nueva infraestructura de pagos en blockchain
(fuente:X)
El significado de ISO 20022 va mucho más allá de una simple actualización técnica. Este estándar de información financiera permite a las instituciones intercambiar datos estructurados con una riqueza de información sin precedentes. En comparación con el sistema SWIFT MT tradicional, ISO 20022 ofrece campos de datos más ricos, definiciones semánticas más claras y una mayor interoperabilidad. Actualmente, más de 11,000 instituciones financieras en todo el mundo han adoptado este estándar, y están eliminando gradualmente el sistema SWIFT MT tradicional, pasando a los nuevos estándares de mensajería.
La fecha límite de noviembre de 2025 es un punto de inflexión decisivo. A partir de entonces, solo los paquetes que cumplan con el estándar ISO 20022 podrán ser transmitidos en la red SWIFT, lo que efectivamente excluirá los protocolos incompatibles del proceso de pagos transfronterizos. Ripple y Stellar ya han alineado su infraestructura con este estándar, lo que les otorga una ventaja competitiva significativa en la integración con bancos tradicionales. RippleNet de Ripple ya ha manejado miles de millones de dólares en pagos transfronterizos a nivel institucional, y Stellar opera múltiples canales transfronterizos, ambos han demostrado su capacidad para cumplir con ISO 20022.
Para la red Pi, esta conformidad compensa el puente perdido entre su ecosistema descentralizado y la infraestructura financiera global. La falta de esta compatibilidad podría limitar el proyecto a transacciones punto a punto, lo que restringiría enormemente su potencial de adopción por parte de instituciones. La conformidad con ISO 20022 no solo es un requisito técnico, sino también un boleto de entrada al mercado financiero institucional. Si la red Pi no puede cumplir con los estándares antes de la fecha límite, será excluida de la red global de pagos transfronterizos, y su desafío a la visión de Ripple y Stellar se convertirá en un mero discurso.
El problema más profundo es que los requisitos de conformidad de ISO 20022 tienen estándares estrictos para la estructura de datos, los protocolos de mensajería y la interoperabilidad de sistemas. No se trata simplemente de agregar algunas interfaces API, sino que se necesita rediseñar muchos componentes desde la arquitectura base. Para un proyecto que aún se encuentra en la fase de transición de la red principal, esto representa un gran desafío técnico. Pi Network debe cumplir con los requisitos de conformidad del sistema financiero tradicional mientras mantiene sus características de descentralización, y encontrar este equilibrio es extremadamente difícil.
La propuesta de valor única de Pi Network y los desafíos reales
La propuesta de valor de Pi Network va mucho más allá de los pagos. El proyecto combina la computación descentralizada, las finanzas móviles y la inteligencia artificial en un ecosistema sin precedentes. Gracias a la enorme comunidad global que trae la minería móvil, Pi se diferencia de Ripple, que se centra en las transferencias entre bancos, y de Stellar, que se orienta hacia las finanzas inclusivas. Según informes, Pi Network ya ha acumulado más de 50 millones de usuarios registrados, un tamaño que supera con creces la base de usuarios de la mayoría de los proyectos de Activos Cripto.
Sin embargo, la cantidad de usuarios y la tasa de adopción real son dos conceptos completamente diferentes. El principal desafío que enfrenta Pi Network es cómo transformar la amplia aceptación de la comunidad en reconocimiento institucional. Ripple ya ha procesado miles de millones de dólares en transacciones, sirviendo a más de 300 instituciones financieras, y Stellar también ha establecido asociaciones con varios bancos y empresas de pagos. En comparación, Pi Network no ha demostrado hasta la fecha ningún caso de aplicación o asociación a nivel institucional.
Comparación de Pi Network con los dos gigantes
Base de usuarios: Pi Network cuenta con una gran base de usuarios minoristas, pero carece de clientes institucionales; Ripple y Stellar, por otro lado, tienen casos de uso reales en bancos y compañías de pagos.
Madurez técnica: Ripple y Stellar han estado en funcionamiento durante años y han sido probados en la práctica; Pi Network todavía se encuentra en la fase de transición de la mainnet, y la estabilidad técnica necesita ser verificada.
Cumplimiento de ISO 20022: Ripple y Stellar ya cumplieron; Pi Network está trabajando para ponerse al día, con solo unos meses restantes.
Liquidez y capitalización de mercado: Ripple tiene una capitalización de mercado de más de 100 mil millones de dólares, Stellar tiene una capitalización de mercado de varios miles de millones de dólares; el token Pi aún no se ha listado oficialmente en los intercambios tradicionales.
Pi debe demostrar su capacidad para manejar volúmenes de transacciones a nivel institucional sin comprometer su descentralización. El año 2025 será crucial para el Pi Network en términos de su capacidad para integrarse en el sistema financiero global, con la amplia adopción del estándar ISO 20022. Si no logra cumplir con los objetivos antes de la fecha límite, Pi perderá esta ventana histórica, y sus ambiciones de desafiar a Ripple y Stellar se verán seriamente afectadas.
Prueba dual de la economía de tokens y la infraestructura tecnológica
Finalmente, el éxito de Pi Network también depende de la solidez de su modelo económico de token y de la infraestructura técnica. La distribución amplia de tokens a través de la minería móvil ha generado preocupaciones sobre la estabilidad de precios y la liquidez de la red. A diferencia de Ripple y Stellar, Pi adopta un mecanismo de minería único que permite a los usuarios “minar” a través de una aplicación móvil. Aunque esta forma de participación de bajo umbral ha atraído a una gran cantidad de usuarios, también conlleva el riesgo de una dilución excesiva de los tokens.
Cuando decenas de millones de usuarios poseen tokens simultáneamente y desean convertirlos en efectivo, la capacidad de absorción del mercado enfrentará una gran prueba. La distribución de tokens de Ripple y Stellar es más centralizada y tiene mecanismos de bloqueo claros, mientras que la forma de distribución de tokens de Pi podría llevar a una gran presión de venta después de su salida al mercado. Este problema estructural en la economía de tokens podría seguir obstaculizando su adopción institucional incluso después de cumplir con los estándares de conformidad de ISO 20022.
En términos de infraestructura técnica, Pi Network necesita demostrar la fiabilidad y eficiencia de su mecanismo de consenso. El proyecto afirma haber adoptado un algoritmo de consenso basado en un gráfico de confianza, pero el rendimiento de este mecanismo en escenarios de aplicación a gran escala aún no ha sido completamente verificado. El libro mayor XRP de Ripple puede procesar 1500 transacciones por segundo, con un tiempo de liquidación de 3-5 segundos; el rendimiento de Stellar es similar. Pi Network debe demostrar que su red puede alcanzar o incluso superar estos estándares para establecerse en aplicaciones de nivel institucional.
Además, la seguridad es el problema que más preocupa a los clientes institucionales. Ripple y Stellar han estado en funcionamiento durante varios años, habiendo pasado por múltiples auditorías de seguridad y pruebas de ataques reales. Pi Network, como un proyecto relativamente joven, aún no ha sido probado por el tiempo en cuanto a su seguridad. Cualquier falla de seguridad importante o interrupción de la red podría dañar gravemente su reputación, haciendo que los clientes institucionales se lo piensen dos veces.
Para competir con los participantes existentes, Pi Network necesita lograr avances en varios aspectos: primero, debe completar el cumplimiento de ISO 20022 antes de noviembre de 2025, que es el requisito mínimo para ingresar al mercado institucional. En segundo lugar, se deben establecer al menos algunos casos de uso a nivel institucional convincentes que demuestren la viabilidad técnica. Tercero, es necesario abordar los problemas estructurales de la economía del token para garantizar la estabilidad del precio del token y una liquidez adecuada. Por último, se necesita establecer la confianza de los clientes institucionales a través de auditorías de seguridad rigurosas.
Punto de decisión 2025: la ventana de oportunidad se está cerrando
El 22 de noviembre de 2025 no solo es la fecha límite para la actualización técnica de la red SWIFT, sino también la última ventana de oportunidad para que Pi Network demuestre su valía. Si logra cumplir con ISO 20022, Pi obtendrá la posibilidad de competir en igualdad de condiciones con Ripple y Stellar. Sin embargo, la calificación no equivale a la victoria. Ripple ya ha establecido una extensa red bancaria y un modelo comercial maduro, mientras que Stellar tiene ventajas en el ámbito de las remesas transfronterizas y la inclusión financiera.
Las ventajas potenciales de Pi Network radican en su vasta base comunitaria y en su modelo de gobernanza descentralizada. Si estas ventajas pueden convertirse en aplicaciones comerciales reales, Pi podría encontrar su lugar en el ámbito de los pagos al consumidor y las transferencias de bajo valor. Sin embargo, desafiar el dominio de Ripple en el ámbito de los pagos transfronterizos a nivel institucional, o superar la disposición de Stellar en el ámbito de las finanzas inclusivas, sigue siendo un objetivo demasiado ambicioso para la actual Pi Network.