El equipo central de Pi Network ha publicado un anuncio en el que afirma que el proyecto se convertirá en el motor clave para la próxima etapa de Web3, destacando que su diseño mobile-first permitirá que millones de nuevos usuarios se integren en la economía digital más rápido que con las blockchains tradicionales. Sin embargo, el plan de desbloqueo de 190 millones de tokens Pi en diciembre de 2025 sigue siendo el foco de debate en la comunidad, donde los usuarios discuten si el desbloqueo estimulará el crecimiento de la liquidez o provocará una mayor caída del precio.
El desbloqueo de 190 millones de tokens se convierte en la mayor controversia de la comunidad
(Fuente: PiScan)
El plan de desbloqueo de 190 millones de tokens Pi en diciembre de 2025 sigue siendo un tema candente en la comunidad, y el aumento en la velocidad de minería de usuarios inactivos o que regresan añade presión adicional al sistema económico inicial de Pi. El debate de los usuarios sobre el desbloqueo gira en torno a si esto estimulará el crecimiento de la liquidez o si hundirá aún más el precio del IOU, especialmente considerando que el precio de Pi en el mercado OTC se sitúa sólo entre 30 y 40 dólares.
La escala del desbloqueo de 190 millones de tokens es considerable. Si tomamos el precio actual de 30 dólares en el mercado OTC, estos tokens valdrían aproximadamente 5.700 millones de dólares. Sin embargo, este cálculo parte de un supuesto de liquidez muy elevado. El precio de 30 dólares se forma en un entorno de liquidez extremadamente baja, con un volumen de operaciones muy limitado. Cuando los 190 millones de tokens entren realmente en el mercado, en ausencia de suficiente demanda, el precio podría colapsar drásticamente.
Los optimistas creen que el desbloqueo estimulará el crecimiento de la liquidez. A medida que más tokens Pi puedan intercambiarse libremente, atraerán a más exchanges a listar Pi, ofreciendo libros de órdenes más profundos y spreads más ajustados. La mejora de la liquidez, a su vez, atraerá a más inversores, generando un círculo virtuoso. Además, los tokens desbloqueados podrán usarse para pagar a desarrolladores, incentivar proyectos del ecosistema y crear pools de liquidez, pasos necesarios para el desarrollo del ecosistema.
Los pesimistas temen que el desbloqueo hunda aún más el precio del IOU. Los IOU (I Owe You) de Pi Network son certificados de tokens Pi negociados en mercados OTC antes de la apertura total de la mainnet. El precio actual de 30 a 40 dólares ya ha caído significativamente desde los máximos iniciales y, si otros 190 millones entran en el mercado sin aplicaciones reales ni demanda sólida, el precio podría colapsar hasta los 10 dólares o incluso menos.
Cuatro cuestiones clave sobre el desbloqueo de tokens de Pi Network
¿A quién se desbloquean?: ¿Primeros contribuyentes, miembros del equipo o todos los usuarios? La disposición a vender varía enormemente según el grupo.
¿Cómo son las condiciones de desbloqueo?: ¿Desbloqueo único o liberación lineal? La velocidad de liberación determina la presión sobre el mercado.
¿Están listas las aplicaciones?: ¿Hay suficientes dApps y servicios para consumir los tokens desbloqueados?
¿Avance en la inclusión en exchanges?: ¿Los principales exchanges ofrecerán soporte de liquidez antes o después del desbloqueo?
Las respuestas a estas preguntas determinarán si el desbloqueo será un punto de inflexión para el desarrollo de Pi Network o desembocará en una ola de ventas catastrófica. El equipo central de Pi subraya en su anuncio la ambición Web3 y la fuerza de la comunidad, pero es vago en los detalles del desbloqueo y las medidas de control de riesgos, y esta falta de transparencia agrava la ansiedad de la comunidad.
El retraso de la mainnet alimenta la crisis de confianza
Aunque está prevista para febrero de 2025, el retraso en la apertura de la mainnet sigue afectando a las expectativas de la comunidad. El desarrollo de la mainnet de Pi Network ya se ha pospuesto varias veces: desde la promesa inicial de 2021 hasta ahora, febrero de 2025, han pasado más de cuatro años. Cada retraso erosiona la paciencia y la confianza de la comunidad; si la promesa actual de “febrero de 2025” se cumplirá es el foco de mayor atención para la comunidad.
El impacto de los retrasos en la mainnet es múltiple. Primero, obstaculiza el desarrollo del ecosistema. Los desarrolladores no pueden construir dApps y servicios fiables sobre una testnet inestable, lo que significa que, aunque Pi Network tiene una gran base de usuarios, carece de casos de uso reales. Los tokens Pi sólo pueden mantenerse o intercambiarse en mercados OTC, sin posibilidad de usarse para pagos, staking o DeFi.
En segundo lugar, el retraso genera una crisis de confianza psicológica. Cuando un proyecto repite promesas y no las cumple, la comunidad empieza a cuestionar la capacidad de ejecución y la integridad del equipo. Algunos usuarios consideran que el retraso revela una falta de capacidad técnica, mientras que otros sospechan incluso que el equipo no tiene intención de lanzar una mainnet completa y sólo busca mantener el statu quo para atraer a nuevos usuarios.
En tercer lugar, el retraso ha hecho que Pi Network pierda la oportunidad de mercado. 2021 y 2022 fueron los picos del mercado alcista; si Pi hubiera lanzado la mainnet entonces, podría haber captado mucha más atención y flujo de capital. Ahora, el entorno de mercado ha cambiado, la competencia es más dura y Pi, como recién llegado tardío, tendrá mayores dificultades para promocionarse.
El equipo central de Pi enfatiza en su último anuncio las ambiciones Web3 y las oportunidades globales, pero no explica con transparencia los motivos del retraso de la mainnet ni presenta un nuevo calendario. Esta estrategia de comunicación pretende desviar la atención de la comunidad hacia la visión y la emoción, pero, en ausencia de avances reales, su efectividad está disminuyendo. La comunidad cada vez está menos dispuesta a aceptar promesas vacías y exige hitos de desarrollo concretos y avances técnicos verificables.
Ventaja de la minería móvil vs. la paradoja de la falta de utilidad del token
Pi Network sigue promocionando su famoso modelo de minería móvil. El equipo sigue insistiendo en este concepto, recordando a los usuarios que Pi no requiere hardware que consuma energía ni altos costes de entrada. Este mensaje refuerza el objetivo original de Pi: democratizar la minería, especialmente en un contexto donde los mercados principales buscan soluciones blockchain más eficientes energéticamente.
La minería móvil es, en efecto, la mayor innovación y atractivo de Pi Network. Los usuarios sólo tienen que abrir la app y pulsar un botón una vez al día para recibir recompensas en Pi. Este umbral de participación extremadamente bajo ha permitido a Pi acumular 35 millones de usuarios registrados en poco tiempo, una cifra superior a la base de usuarios de la mayoría de proyectos cripto. Desde el punto de vista de adquisición de usuarios, Pi Network es sin duda un éxito.
Sin embargo, el modelo de minería móvil conlleva problemas económicos fundamentales. La minería tradicional basada en Proof of Work (PoW) requiere consumo real de electricidad y costes de hardware, lo que proporciona un suelo de coste de producción para el Bitcoin minado. La minería móvil de Pi es prácticamente gratuita, lo que significa que el token Pi carece de apoyo en costes de producción. Cuando los usuarios pueden obtener tokens casi gratis, ¿de dónde proviene el valor económico de esos tokens?
El problema más grave es la falta de utilidad del token. Bitcoin puede usarse para pagos y como reserva de valor, Ethereum para gas y DeFi, Solana para NFTs y juegos. Actualmente, el token Pi carece casi totalmente de utilidad; los usuarios acumulan grandes cantidades de Pi sin poder gastarlos. Esta carencia de utilidad hace que Pi se parezca más a puntos de un juego que a una criptomoneda real.
El equipo central de Pi intenta crear casos de uso a través de colaboraciones con proyectos externos como CiDi Games, pero estos esfuerzos son insuficientes, en escala y velocidad, para absorber la enorme cantidad de tokens Pi acumulados por los 35 millones de usuarios. Cuando la oferta (en continuo aumento por la minería móvil) supera con creces la demanda (aplicaciones escasas), la presión bajista sobre el precio es inevitable.
Tres grandes contradicciones estructurales a las que se enfrenta Pi Network
Escala de usuarios vs. actividad: de los 35 millones de usuarios registrados, el porcentaje de usuarios activos realizando transacciones on-chain es extremadamente bajo.
Facilidad de minería vs. valor del token: la minería sin coste provoca una sobreoferta y falta de soporte en costes de producción.
Ambición Web3 vs. retrasos tecnológicos: el equipo dibuja grandes visiones, pero el desarrollo de la mainnet sigue posponiéndose.
Polarización del sentimiento comunitario y perspectivas de futuro
Las respuestas de la comunidad sobre el alcance futuro de Pi oscilan entre el optimismo y el escepticismo. Los optimistas creen que Pi Network está resolviendo un problema real: reducir la barrera de entrada a la blockchain y permitir que miles de millones de personas sin conocimientos técnicos participen en la economía cripto. Consideran que la base de 35 millones de usuarios es el mayor activo de Pi y que, una vez abierta completamente la mainnet y maduren los casos de uso, esos usuarios generarán un efecto red masivo.
Los escépticos, en cambio, cuestionan la lógica comercial y la capacidad técnica de Pi Network. Señalan que, tras cuatro años, aún no hay una mainnet completa, lo que demuestra que el equipo carece de la experiencia necesaria en desarrollo blockchain. El precio OTC de 30 dólares está muy por debajo de las expectativas de muchos usuarios, y si, tras la apertura de la mainnet, el precio cae aún más, muchos podrían perderlo todo. Los más críticos incluso sostienen que Pi Network podría ser una especie de esquema Ponzi, que mantiene el interés atrayendo continuamente nuevos usuarios pero sin intención real de lanzar un producto utilizable.
La comunidad no está tranquila, ya que los pioneros siguen de cerca cada actualización para evaluar su posible aplicación real. Cada anuncio del equipo es analizado minuciosamente para ver si contiene avances técnicos tangibles o sólo visiones vacías. El anuncio actual enfatiza las oportunidades Web3 y el poder de la comunidad, pero carece de una hoja de ruta concreta para el desarrollo de la mainnet y medidas de control de riesgos sobre el desbloqueo, lo que provoca reacciones polarizadas en la comunidad.
El futuro de Pi Network depende de si puede cumplir la promesa de la mainnet en febrero de 2025. Si vuelve a retrasarse, la confianza de la comunidad podría colapsar y el proyecto sufriría una fuga masiva de usuarios. Si logra lanzarse pero los casos de uso siguen siendo escasos, el precio podría desplomarse bajo la presión vendedora del desbloqueo. Sólo si la mainnet se lanza con éxito y las aplicaciones del ecosistema se desarrollan rápidamente, Pi Network podrá transformar su base de 35 millones de usuarios en valor real.
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¡Pi Network desbloqueará 190 millones de tokens en diciembre! 35 millones de usuarios preocupados por la posible bajada de precio
El equipo central de Pi Network ha publicado un anuncio en el que afirma que el proyecto se convertirá en el motor clave para la próxima etapa de Web3, destacando que su diseño mobile-first permitirá que millones de nuevos usuarios se integren en la economía digital más rápido que con las blockchains tradicionales. Sin embargo, el plan de desbloqueo de 190 millones de tokens Pi en diciembre de 2025 sigue siendo el foco de debate en la comunidad, donde los usuarios discuten si el desbloqueo estimulará el crecimiento de la liquidez o provocará una mayor caída del precio.
El desbloqueo de 190 millones de tokens se convierte en la mayor controversia de la comunidad
(Fuente: PiScan)
El plan de desbloqueo de 190 millones de tokens Pi en diciembre de 2025 sigue siendo un tema candente en la comunidad, y el aumento en la velocidad de minería de usuarios inactivos o que regresan añade presión adicional al sistema económico inicial de Pi. El debate de los usuarios sobre el desbloqueo gira en torno a si esto estimulará el crecimiento de la liquidez o si hundirá aún más el precio del IOU, especialmente considerando que el precio de Pi en el mercado OTC se sitúa sólo entre 30 y 40 dólares.
La escala del desbloqueo de 190 millones de tokens es considerable. Si tomamos el precio actual de 30 dólares en el mercado OTC, estos tokens valdrían aproximadamente 5.700 millones de dólares. Sin embargo, este cálculo parte de un supuesto de liquidez muy elevado. El precio de 30 dólares se forma en un entorno de liquidez extremadamente baja, con un volumen de operaciones muy limitado. Cuando los 190 millones de tokens entren realmente en el mercado, en ausencia de suficiente demanda, el precio podría colapsar drásticamente.
Los optimistas creen que el desbloqueo estimulará el crecimiento de la liquidez. A medida que más tokens Pi puedan intercambiarse libremente, atraerán a más exchanges a listar Pi, ofreciendo libros de órdenes más profundos y spreads más ajustados. La mejora de la liquidez, a su vez, atraerá a más inversores, generando un círculo virtuoso. Además, los tokens desbloqueados podrán usarse para pagar a desarrolladores, incentivar proyectos del ecosistema y crear pools de liquidez, pasos necesarios para el desarrollo del ecosistema.
Los pesimistas temen que el desbloqueo hunda aún más el precio del IOU. Los IOU (I Owe You) de Pi Network son certificados de tokens Pi negociados en mercados OTC antes de la apertura total de la mainnet. El precio actual de 30 a 40 dólares ya ha caído significativamente desde los máximos iniciales y, si otros 190 millones entran en el mercado sin aplicaciones reales ni demanda sólida, el precio podría colapsar hasta los 10 dólares o incluso menos.
Cuatro cuestiones clave sobre el desbloqueo de tokens de Pi Network
¿A quién se desbloquean?: ¿Primeros contribuyentes, miembros del equipo o todos los usuarios? La disposición a vender varía enormemente según el grupo.
¿Cómo son las condiciones de desbloqueo?: ¿Desbloqueo único o liberación lineal? La velocidad de liberación determina la presión sobre el mercado.
¿Están listas las aplicaciones?: ¿Hay suficientes dApps y servicios para consumir los tokens desbloqueados?
¿Avance en la inclusión en exchanges?: ¿Los principales exchanges ofrecerán soporte de liquidez antes o después del desbloqueo?
Las respuestas a estas preguntas determinarán si el desbloqueo será un punto de inflexión para el desarrollo de Pi Network o desembocará en una ola de ventas catastrófica. El equipo central de Pi subraya en su anuncio la ambición Web3 y la fuerza de la comunidad, pero es vago en los detalles del desbloqueo y las medidas de control de riesgos, y esta falta de transparencia agrava la ansiedad de la comunidad.
El retraso de la mainnet alimenta la crisis de confianza
Aunque está prevista para febrero de 2025, el retraso en la apertura de la mainnet sigue afectando a las expectativas de la comunidad. El desarrollo de la mainnet de Pi Network ya se ha pospuesto varias veces: desde la promesa inicial de 2021 hasta ahora, febrero de 2025, han pasado más de cuatro años. Cada retraso erosiona la paciencia y la confianza de la comunidad; si la promesa actual de “febrero de 2025” se cumplirá es el foco de mayor atención para la comunidad.
El impacto de los retrasos en la mainnet es múltiple. Primero, obstaculiza el desarrollo del ecosistema. Los desarrolladores no pueden construir dApps y servicios fiables sobre una testnet inestable, lo que significa que, aunque Pi Network tiene una gran base de usuarios, carece de casos de uso reales. Los tokens Pi sólo pueden mantenerse o intercambiarse en mercados OTC, sin posibilidad de usarse para pagos, staking o DeFi.
En segundo lugar, el retraso genera una crisis de confianza psicológica. Cuando un proyecto repite promesas y no las cumple, la comunidad empieza a cuestionar la capacidad de ejecución y la integridad del equipo. Algunos usuarios consideran que el retraso revela una falta de capacidad técnica, mientras que otros sospechan incluso que el equipo no tiene intención de lanzar una mainnet completa y sólo busca mantener el statu quo para atraer a nuevos usuarios.
En tercer lugar, el retraso ha hecho que Pi Network pierda la oportunidad de mercado. 2021 y 2022 fueron los picos del mercado alcista; si Pi hubiera lanzado la mainnet entonces, podría haber captado mucha más atención y flujo de capital. Ahora, el entorno de mercado ha cambiado, la competencia es más dura y Pi, como recién llegado tardío, tendrá mayores dificultades para promocionarse.
El equipo central de Pi enfatiza en su último anuncio las ambiciones Web3 y las oportunidades globales, pero no explica con transparencia los motivos del retraso de la mainnet ni presenta un nuevo calendario. Esta estrategia de comunicación pretende desviar la atención de la comunidad hacia la visión y la emoción, pero, en ausencia de avances reales, su efectividad está disminuyendo. La comunidad cada vez está menos dispuesta a aceptar promesas vacías y exige hitos de desarrollo concretos y avances técnicos verificables.
Ventaja de la minería móvil vs. la paradoja de la falta de utilidad del token
Pi Network sigue promocionando su famoso modelo de minería móvil. El equipo sigue insistiendo en este concepto, recordando a los usuarios que Pi no requiere hardware que consuma energía ni altos costes de entrada. Este mensaje refuerza el objetivo original de Pi: democratizar la minería, especialmente en un contexto donde los mercados principales buscan soluciones blockchain más eficientes energéticamente.
La minería móvil es, en efecto, la mayor innovación y atractivo de Pi Network. Los usuarios sólo tienen que abrir la app y pulsar un botón una vez al día para recibir recompensas en Pi. Este umbral de participación extremadamente bajo ha permitido a Pi acumular 35 millones de usuarios registrados en poco tiempo, una cifra superior a la base de usuarios de la mayoría de proyectos cripto. Desde el punto de vista de adquisición de usuarios, Pi Network es sin duda un éxito.
Sin embargo, el modelo de minería móvil conlleva problemas económicos fundamentales. La minería tradicional basada en Proof of Work (PoW) requiere consumo real de electricidad y costes de hardware, lo que proporciona un suelo de coste de producción para el Bitcoin minado. La minería móvil de Pi es prácticamente gratuita, lo que significa que el token Pi carece de apoyo en costes de producción. Cuando los usuarios pueden obtener tokens casi gratis, ¿de dónde proviene el valor económico de esos tokens?
El problema más grave es la falta de utilidad del token. Bitcoin puede usarse para pagos y como reserva de valor, Ethereum para gas y DeFi, Solana para NFTs y juegos. Actualmente, el token Pi carece casi totalmente de utilidad; los usuarios acumulan grandes cantidades de Pi sin poder gastarlos. Esta carencia de utilidad hace que Pi se parezca más a puntos de un juego que a una criptomoneda real.
El equipo central de Pi intenta crear casos de uso a través de colaboraciones con proyectos externos como CiDi Games, pero estos esfuerzos son insuficientes, en escala y velocidad, para absorber la enorme cantidad de tokens Pi acumulados por los 35 millones de usuarios. Cuando la oferta (en continuo aumento por la minería móvil) supera con creces la demanda (aplicaciones escasas), la presión bajista sobre el precio es inevitable.
Tres grandes contradicciones estructurales a las que se enfrenta Pi Network
Escala de usuarios vs. actividad: de los 35 millones de usuarios registrados, el porcentaje de usuarios activos realizando transacciones on-chain es extremadamente bajo.
Facilidad de minería vs. valor del token: la minería sin coste provoca una sobreoferta y falta de soporte en costes de producción.
Ambición Web3 vs. retrasos tecnológicos: el equipo dibuja grandes visiones, pero el desarrollo de la mainnet sigue posponiéndose.
Polarización del sentimiento comunitario y perspectivas de futuro
Las respuestas de la comunidad sobre el alcance futuro de Pi oscilan entre el optimismo y el escepticismo. Los optimistas creen que Pi Network está resolviendo un problema real: reducir la barrera de entrada a la blockchain y permitir que miles de millones de personas sin conocimientos técnicos participen en la economía cripto. Consideran que la base de 35 millones de usuarios es el mayor activo de Pi y que, una vez abierta completamente la mainnet y maduren los casos de uso, esos usuarios generarán un efecto red masivo.
Los escépticos, en cambio, cuestionan la lógica comercial y la capacidad técnica de Pi Network. Señalan que, tras cuatro años, aún no hay una mainnet completa, lo que demuestra que el equipo carece de la experiencia necesaria en desarrollo blockchain. El precio OTC de 30 dólares está muy por debajo de las expectativas de muchos usuarios, y si, tras la apertura de la mainnet, el precio cae aún más, muchos podrían perderlo todo. Los más críticos incluso sostienen que Pi Network podría ser una especie de esquema Ponzi, que mantiene el interés atrayendo continuamente nuevos usuarios pero sin intención real de lanzar un producto utilizable.
La comunidad no está tranquila, ya que los pioneros siguen de cerca cada actualización para evaluar su posible aplicación real. Cada anuncio del equipo es analizado minuciosamente para ver si contiene avances técnicos tangibles o sólo visiones vacías. El anuncio actual enfatiza las oportunidades Web3 y el poder de la comunidad, pero carece de una hoja de ruta concreta para el desarrollo de la mainnet y medidas de control de riesgos sobre el desbloqueo, lo que provoca reacciones polarizadas en la comunidad.
El futuro de Pi Network depende de si puede cumplir la promesa de la mainnet en febrero de 2025. Si vuelve a retrasarse, la confianza de la comunidad podría colapsar y el proyecto sufriría una fuga masiva de usuarios. Si logra lanzarse pero los casos de uso siguen siendo escasos, el precio podría desplomarse bajo la presión vendedora del desbloqueo. Sólo si la mainnet se lanza con éxito y las aplicaciones del ecosistema se desarrollan rápidamente, Pi Network podrá transformar su base de 35 millones de usuarios en valor real.