Un botón olvidado
En 1997, Internet aún era joven y ya entonces el protocolo HTTP escondía un “huevo de pascua”: el código de estado 402, que significa “Payment Required” (“Pago requerido”).
Sin embargo, esta función nunca llegó a utilizarse realmente desde su creación. ¿Por qué? Porque en aquella época no existían métodos de pago compatibles. Las pasarelas de tarjetas de crédito eran complejas, con comisiones elevadas, y los micropagos eran poco menos que una quimera. Así, este código de estado quedó aparcado durante casi treinta años.
Hasta hace poco, la situación cambió.
Las stablecoins han madurado, las soluciones Layer2 han reducido el coste de las transferencias en la cadena a apenas unos céntimos, y los agentes de IA han comenzado a proliferar y a generar una demanda real de micropagos. En este contexto, un importante exchange vio la oportunidad y reactivó este “botón polvoriento”, lanzando el protocolo x402.
La lógica central es muy sencilla: cuando una IA o un usuario accede a contenido de pago, no necesita crear una cuenta, ni ser redirigido a otra página